Poder político en la economía informal o sumergida


Poder político en la economía informal o sumergida

Los trabajadores de la economía informal carecen de una voz significativa en la política gubernamental. No solo el poder político de los trabajadores informales es limitado, sino que la existencia de la economía informal crea desafíos para otros actores políticamente influyentes. Por ejemplo, la fuerza laboral informal no es parte de ningún sindicato, ni parece haber un impulso o inclinación para cambiar ese estatus. Sin embargo, la economía informal afecta negativamente a la afiliación y la inversión en los sindicatos. Los trabajadores que podrían estar empleados formalmente y afiliarse a un sindicato para obtener protección pueden optar por diversificarse por su cuenta. Como resultado, los sindicatos se inclinan a oponerse al sector informal, destacando los costos y desventajas del sistema. Los productores del sector formal también pueden sentirse amenazados por la economía informal. La flexibilidad de la producción, los bajos costos laborales y de producción y la libertad burocrática de la economía informal pueden verse como una competencia consecuente para los productores formales, lo que los lleva a desafiar y objetar ese sector. Por último, la naturaleza de la economía informal es en gran medida anti-regulación y libre de impuestos estándar, lo que disminuye el poder material y político de los agentes gubernamentales. Cualquiera que sea la importancia de estas preocupaciones, el sector informal puede cambiar el poder político y las energías.